27 feb. 2007

Azzedine AlaÏa


Entonces, por algún tiempo (y por alguna razón especial) el nombre de Azzedine Alaia vive saltando a mis ojos, aquí y allá. Es un diseñador importante pero poco conocido. Algo llamó mi atención y me picó la curiosidad desde entonces. La primera vez que escuché hablar de él fue cuando leí algo que decía que Azzedine era el único que había sido capaz de hacer algunos de los diseños de Madeleine Vionnet (pronto hablaré sobre ella – se lo merece). Después leí algo sobre su trabajo con Lycra y la lamparita se prendió. Creo que encontré mi verdadero referente, alguien para servirme de inspiración, para usar de ejemplo, etc.

Lacroix es considerado como el introductor de una de las dos orientaciones que dominaron la moda de los ochenta, “dress for success” (vestida para triunfar). Azzedine Alaïa (*1940) es el maestro de la segunda, “dress to kill” (vestida para matar). Evidentemente, dicha simplificación no les hace justicia, y en el caso de Alaïa pasó bastante tiempo hasta que su importancia como modisto fuese reconocida. Sus vestidos eran demasiado sexys como para que alguien se interesara por el material y la técnica del corte. Todas las miradas iban dirigidas a la mujer que envolvía el atuendo y que, a cada paso, sentía lo que los modelos de Alaïa le ofrecían: “They hold you tight and show you off” (te mantienen firme y te exhiben) escribió Joan Juliet Buch para la edición de Vogue en EE.UU. El stretch de lycra que desarrolló hacía las funciones de un corsé de cuerpo entero, que daba forma a todo el conjunto y al mismo tiempo proporcionaba libertad de movimiento. Pero el verdadero secreto radicaba en la línea del corte, investigada a fondo y admirada sin límites por expertos como la diseñadora alemana Natalie Acatrini: “Ese hombre es un genio”, reconoció, cuando la mayoría todavía seguía ignorando al diminuto tunecino. Sus costuras en forma de espiral contienen la cintura desarmando y reconstruyendo viejos modelos de Madeleine Vionnet y Balenciaga. Después de llegar a París a la edad de 17 años, trabajó durante un tiempo para Laroche, aunque aprendió la mayoría de las cosas por su cuenta. Siempre ha trabajado para clientas privadas, como Greta Garbo, Arletty y la poetisa Louise de Vilmorin. En 1891 se presentó al público con su propia colección. Pero Alaïa no se atiene a las reglas generales del pret-à-porter presentando sus nuevas colecciones dos veces al año, sino sólo cuando están listas. Y sus clientas esperan, puesto que sus modelos – que sigue cortando y cosiendo personalmente según las reglas de la alta costura – hacen de cualquier mujer una diosa. ¿Hay un ejemplo mejor que Tina Turner, que con los vestidos de Alaïa experimentó un ascenso tardío como sex symbol?


(En: Moda – El siglo de los Diseñadores – 1900-1999. Charlotte Seeling – © 2000 – Edición Española – Editora Könemann Verlagsgesellschaft mbH).

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